
9 meses, 40 semanas o 280 días. Sin importar cómo lo calcules, para que nazca tu bebé, el embarazo termina y comienza el trabajo de parto.
Las imágenes que hemos visto a lo largo de la vida afectan cómo percibimos el parto —y si le tememos o no.
Todos hemos visto comedias donde a una mujer se le rompe la fuente en medio del supermercado.
O donde la mujer en trabajo de parto grita a su pareja y corren al hospital.
¿Será el inicio del trabajo de parto realmente tan dramático o doloroso?
La respuesta corta es que probablemente no.
Preparto en las últimas semanas de embarazo
El trabajo de parto suele comenzar de forma gradual, tal vez sin que te des cuenta. Esto se conoce como preparto.
En las últimas semanas de embarazo, tu cuerpo empieza a prepararse para el parto y el nacimiento. Aprender a reconocer estos cambios te permite adaptarte al proceso poco a poco.
Puedes sentirte más fatigada de lo normal, y tu espalda baja o caderas pueden empezar a doler más.
Tu pelvis puede sentirse ya estirada.
Luego, tu bebé puede ‘descender’ más hacia la pelvis (a veces llamado encajamiento o aligeramiento).
Esto te da más espacio para respirar profundamente, pero ejerce más presión sobre los ligamentos de la pelvis y la vejiga.
Puedes sentir que necesitas ir al baño más seguido, y puede que necesites usar un protector diario porque se te escapa un poco de orina cada vez que estornudas, toses o te ríes.
1. Instinto de preparación (Nesting)
Puedes sentir un fuerte impulso de limpiar y organizar.
El instinto de preparación puede sonar como un mito, pero es común en las últimas semanas de embarazo.
El 80% de las mujeres experimentan una oleada de energía productiva en las semanas previas al nacimiento del bebé.
Si te encuentras ordenando la ropa del bebé, limpiando armarios y alacenas, aspirando rincones y muebles… considera que podría significar que tu bebé llegará pronto.
Intenta no excederte.
Las hormonas del embarazo te hacen un poco más torpe y propensa a lesiones como esguinces y distensiones.
Si estás fatigada, disminuye el ritmo y date tiempo para recuperarte antes de pasar al siguiente gran proyecto.
2. Sensación de gripe
Algunas mujeres describen tener síntomas similares a la gripe en los días previos al inicio del trabajo de parto.
La indigestión, náuseas y diarrea son comunes cuando las hormonas cambian para dar paso al parto.
Puedes notar más flujo vaginal, o la pérdida del tapón mucoso.
Tu cuello uterino ha estado sellado con moco durante el embarazo, y a medida que el cuello uterino comienza a cambiar para el parto, este se desprende.
Algunas mujeres lo experimentan como ‘sangrado de implantación’ —moco teñido de rosa o manchado. Otras solo notan más flujo al ir al baño.
3. Contracciones de Braxton Hicks
Si has tenido contracciones de Braxton Hicks durante el embarazo, puedes notar que ocurren con más frecuencia.
Estas contracciones irregulares desaparecen si cambias de posición, relajas los músculos o bebes agua o jugo.
No se intensifican con el tiempo y son más molestas que dolorosas.
Puedes pensar en ellas como contracciones de práctica.
Prueba ejercicios de respiración o relajación cuando las notes.
Es más probable que durante el parto utilices medidas de confort que ya hayas practicado.
4. Cambios cervicales
A medida que se acerca el parto, tu cuello uterino comenzará a ablandarse y eventualmente a abrirse.
Algunas mujeres describen calambres fuertes similares a los menstruales en los últimos días de embarazo, probablemente debido a estos cambios físicos.
Durante el embarazo, tu cuello uterino se siente duro, como la punta de la nariz y está bien cerrado. Cuando comienza el parto, se siente más como el lóbulo de la oreja y empieza a abrirse.
Si tu profesional de salud realiza exámenes internos en las últimas semanas de embarazo, está buscando estos cambios.
Los profesionales del parto llaman a este ablandamiento ‘adelgazamiento’ o ‘borramiento’ y suele medirse en porcentaje.
La otra medida cervical es la apertura o dilatación —de 0 cm a 10 cm.
Es posible estar ligeramente dilatada antes de que el parto comience oficialmente. Así que no te emociones demasiado si tu médico dice que tienes 2 cm de dilatación y 50% de borramiento en tu chequeo de la semana 36.
5. Rotura de la fuente
Solo en alrededor del 10% de los embarazos se rompe la fuente antes de que el trabajo de parto haya comenzado.
Si se te rompe la fuente, llama a tu médico o partera. Puede que quiera verte pronto, o darte instrucciones sobre cuándo ir al lugar de nacimiento.
Si se te rompe la fuente antes de las 37 semanas, probablemente tu médico querrá intervenir para evitar un parto prematuro y que tu bebé no nazca demasiado pronto.
Si ya pasaste las 37 semanas, te indicarán qué signos esperar en las siguientes horas.
La mayoría de las veces, el trabajo de parto comienza dentro de las 24 horas después de que se rompe la fuente. Si no comienzan las contracciones, tu médico puede querer que te induzcan el parto artificialmente (comúnmente llamado inducción).
Trabajo de parto establecido
En última instancia, no estás en trabajo de parto hasta que tienes contracciones regulares que se vuelven más largas, fuertes y cercanas entre sí con el tiempo.
En el inicio del parto, las contracciones serán leves, durarán solo 30 a 45 segundos y ocurrirán de forma poco frecuente.
Puedes sentir anticipación, alivio, emoción y quizá algo de aprensión. A medida que las contracciones se hacen más fuertes y frecuentes, entras en trabajo de parto activo.
Las contracciones ahora son cada 2 a 5 minutos y pueden durar de 45 a 60 segundos cada una.
Te concentrarás más en el trabajo de parto y puede que necesites enfocarte en superar cada contracción.
Este es el momento en que la mayoría de las mujeres van a su centro de nacimiento u hospital (a menos que planees un parto en casa).
Habla con tu médico o partera en las últimas semanas de embarazo para acordar cuándo quieren que les avises que estás en trabajo de parto.
Ocasionalmente, las mujeres creen que están en trabajo de parto y se apresuran al lugar de nacimiento solo para que les digan que vuelvan a casa y continúen laborando.
Estarás más cómoda quedándote en casa hasta que realmente necesites asistencia médica.
Estar en tu propio entorno será mucho más relajante, así que cuando finalmente llegue el momento de trabajar duro en el parto, ¡no pasará mucho tiempo antes de que conozcas a tu bebé!
Fuentes:
- https://www.whattoexpect.com/pregnancy/labor-signs
- https://familydoctor.org/know-im-labor/
- https://wehavekids.com/having-baby/giving-birth-at-home
- https://www.webmd.com/baby/labor-signs#1
- https://www.parents.com/pregnancy/giving-birth/signs-of-labor/signs-of-approaching-labor/
- https://www.todaysparent.com/pregnancy/giving-birth/8-signs-of-labour-to-watch-out-for/
- https://www.livescience.com/44554-signs-of-labor.html