Cuando el matrimonio inevitablemente termina, normalmente sigue el divorcio. Bueno, al menos, eso suele pasar. Para una mujer, fue mucho más difícil de lo que esperaba. No solo su esposo decidió que ya no quería formar parte de su matrimonio, sino que la abandonó por completo sin decir una palabra.
Ashley McGuire recurrió a las redes sociales con la esperanza de averiguar a dónde había desaparecido su esposo. “El año pasado, cuando estaba embarazada de nuestro hijo menor, él decidió que ser esposo y padre ya no era el estilo de vida que quería y desapareció, como si se lo hubiera tragado la tierra. Se mudó a otro estado y cambió su número de teléfono.”
Buscando ayuda
Afortunadamente, la gente en internet es ingeniosa y de inmediato comenzó su labor detectivesca. Había tantas personas buscándolo que McGuire tuvo que aclarar sus intenciones: “Sinceramente aprecio todo su apoyo, pero por favor no hagan amenazas, no difundan odio ni intenten salir a buscarlo.”
A pesar de que su esposo la abandonó a ella y a su hijo, ella fue lo suficientemente decente como para recalcar que no debía ser acosado de ninguna manera.
No es la primera vez que un novio o esposo abandona a su pareja. Incluso existe un grupo de Facebook llamado “¿Estamos saliendo con el mismo chico?”, donde las mujeres son notificadas si están saliendo con posibles parejas infieles.
McGuire hizo bien en aclarar en su solicitud de ayuda que su esposo no debía verse afectado por el alcance de la publicación.
Opinión de los expertos
Brad Fulton, profesor asociado de gestión y política social en la Universidad de Indiana, compartió algunas de sus reflexiones: “Compartir información sensible que una persona pretendía mantener en privado puede afectar negativamente la salud mental de esa persona, y puede ponerla en riesgo de ser acosada, intimidada o sufrir daños físicos.” Fulton también expresó su preocupación de que los problemas y secretos familiares eran mucho menos propensos a compartirse fuera del hogar antes de la existencia de las redes sociales. Ahora, en solo segundos, un cónyuge o incluso un hijo puede expresar su descontento o explicar qué tipo de situación está ocurriendo en su hogar a miles, si no millones, de personas.
Erica Chito-Childs, decana asociada senior del College of Arts & Sciences en Hunter College, enfatizó que a la gente le encanta involucrarse en vidas ajenas, aunque sea solo por entretenimiento. “Nos encanta participar en los enredos de la vida de otros. En parte porque nos hace sentir mejor con nuestras propias vidas y/o porque resuena con aquello que apoyamos o rechazamos firmemente, gracias a los algoritmos cada vez más precisos.”
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