En 1967, Paula Beer, una joven de 17 años de Gales, enfrentó un desafío que le cambió la vida. Embarazada y temerosa del juicio social, mantuvo su condición en secreto en busca de apoyo. Desesperada por recibir ayuda, se mudó a Essex para quedarse con su tía.
“Era muy joven en ese momento y tenía miedo de contarles a mis padres”, recuerda. El estigma social que rodeaba a las madres solteras y el embarazo adolescente hizo que su decisión de ocultar el embarazo fuera casi insoportable.
Una decisión difícil
Con siete meses de embarazo, Paula decidió dar a su bebé en adopción. No fue hasta un mes después de mudarse a Essex que finalmente confió en su tía, quien le brindó el apoyo tan necesario. Paula fue al médico por primera vez cuando tenía ocho meses de embarazo.
En febrero de 1967, Paula finalmente dio a luz a un niño al que llamó Paul. Pasó tres días con él, hablándole constantemente. “Le hablaba todos los días. Pensaba que si seguía hablándole, diciéndole que lo amaba cada día, entonces él recordaría mi voz”, recordó.
Sabiendo que no podía ofrecerle la vida que deseaba para él, Paula trabajó con la agencia de adopción para encontrar una familia amorosa y solidaria para su hijo. “Quería que mi bebé … tuviera todas las ventajas de la vida”, dijo.
Una despedida desgarradora
Antes de la adopción, Paula visitó el hogar de acogida donde Paul había estado viviendo. La despedida fue desgarradora. “Lo abracé y besé una y otra vez”, recuerda. “Sentí que estuve allí todo el día”. Después de irse, cerró la puerta de golpe para alertar a la mujer que lo cuidaba, para que pudiera ir con él y asegurarse de que no se sintiera abandonado.
Dos años después, Paula se casó y tuvo una hija. Construyó una exitosa carrera como economista doméstica profesional, pero nunca dejó de pensar en Paul.
Comienza la búsqueda
Años después, decidida a encontrar a su hijo, Paula contactó al programa de ITV “Long Lost Family”. El equipo del programa filmó su historia y finalmente le dio una noticia que le cambiaría la vida: habían encontrado a su hijo. “No podía creerlo”, dijo Paula, abrumada por la emoción.
Paul, ahora conocido como Jim Tiltman y residente en Somerset, Inglaterra, recibió una carta sobre la búsqueda de un pariente perdido por parte de una mujer llamada Paula. La mención de su nombre original lo intrigó, llevándolo a un descubrimiento profundo sobre su madre biológica. “Me impactó descubrir que mi madre estaba tratando de contactarme”, dijo Jim.
Un reencuentro emotivo
El reencuentro, esperado durante 50 años, fue profundamente emotivo. Paula y Jim se encontraron y compartieron un abrazo lleno de sentimiento. Jim, quien había perdido a su familia adoptiva, sintió un vínculo instantáneo con su madre biológica. “No puedo explicar la conexión que tuve con ella cuando nos tomamos de las manos”, dijo.
Ahora, Paula, de 75 años, y Jim, de 57, hablan todos los días, disfrutando de su vínculo renovado. “Ha tenido una vida maravillosa y es todo lo que quería en un hijo”, reflexiona Paula. Para Jim, encontrar a su madre biológica ha sido un sueño hecho realidad. “Estoy realmente ilusionado con el futuro, pasar tiempo juntos y ver cómo crece nuestra relación”, añade.
Referencias:
BBC: Mujer reunida con su hijo después de medio siglo
Wales Online: ‘Di en adopción a mi bebé siendo adolescente—57 años después finalmente lo encontré’
Registro de Reencuentros de Adopción
Long Lost Family en ITV
