El embarazo es un viaje transformador, no solo a nivel físico, sino también emocional y mental. Muchas mujeres experimentan cambios inesperados en sus sentimientos hacia sus parejas durante este periodo, incluyendo una repentina falta de atracción. Si estás lidiando con esto, debes saber que no estás sola. Existen varios factores que contribuyen a este fenómeno, y comprenderlos puede ayudarte a navegar estos cambios con compasión y conciencia.
1. Cambios hormonales
El embarazo está dominado por fluctuaciones hormonales como el estrógeno, la progesterona y la oxitocina. Estos cambios afectan el estado de ánimo, la libido e incluso la percepción que tienes de tu pareja. Lo que antes resultaba romántico o emocionante puede ahora parecer irritante o poco atractivo, simplemente porque tu cuerpo está priorizando otras necesidades.
2. Malestar físico y fatiga
Crear una vida es agotador. El cansancio, las náuseas, los pies hinchados y el dolor de espalda pueden eclipsar los sentimientos de intimidad. Cuando tu cuerpo está enfocado en sostener la vida, puede resultarte difícil sentirte romántica o desear cercanía física.
3. Cambios emocionales y ansiedad
El embarazo viene acompañado de una variedad de emociones, desde la emoción hasta la ansiedad. Las preocupaciones sobre el parto, las finanzas, la crianza y la estabilidad de la relación pueden ocupar espacio mental, haciendo que la atracción pase a un segundo plano. Si los niveles de estrés son altos, podrías distanciarte inconscientemente de tu pareja.
4. Mayor sensibilidad sensorial
Muchas mujeres embarazadas experimentan una mayor sensibilidad a los olores, sonidos y el tacto. El perfume, el olor corporal o incluso el aroma natural de tu pareja pueden volverse de repente abrumadores o desagradables, lo que puede afectar directamente la atracción.
5. Cambio en la percepción de uno mismo
Tu cuerpo está atravesando transformaciones visibles y, aunque algunas mujeres abrazan estos cambios, otras luchan con su autoimagen. Si te sientes menos segura o desconectada de tu yo previo al embarazo, esto puede influir en cómo te relacionas románticamente con tu pareja.
6. Cambio en la dinámica de la relación
El embarazo suele cambiar el enfoque de la relación, pasando de ser una pareja romántica a prepararse para la paternidad. Tú y tu pareja pueden empezar a verse más como co-padres que como compañeros románticos. Esta transición natural puede hacer que la atracción disminuya temporalmente.
7. Factores de la psicología evolutiva
Algunos estudios sugieren que la atracción durante el embarazo está influida por instintos evolutivos. Tu cuerpo puede enfocarse instintivamente en la protección y el cuidado, en lugar del apareamiento, lo que lleva a una disminución del deseo o la atracción.
8. Resentimiento o expectativas no satisfechas
Si sientes que tu pareja no te apoya—ya sea emocional, física o domésticamente—puede surgir resentimiento. Esta distancia emocional puede disminuir la atracción y generar frustración en la relación.
¿Qué puedes hacer al respecto?
- Comunica abiertamente – Comparte tus sentimientos con tu pareja. Recuérdale que tu cambio en la atracción no es personal, sino una fase natural del embarazo.
- Prioriza la intimidad emocional – Enfócate en conectar de formas que no dependan de la atracción física, como conversaciones profundas, actos de servicio o pasar tiempo de calidad juntos.
- Practica el autocuidado – Atender tus propias necesidades, desde el descanso hasta el bienestar mental, puede ayudarte a sentirte más conectada contigo misma y, a su vez, con tu pareja.
- Sé paciente contigo misma – Recuerda que el embarazo es temporal y la atracción puede fluctuar. No significa que tu relación esté en problemas; es solo una etapa.
Reflexión final
Si estás luchando con la atracción hacia tu pareja durante el embarazo, recuerda que es completamente normal. Tu cuerpo y mente están atravesando cambios enormes, y los sentimientos cambiantes son parte de ese proceso. La clave es la comunicación abierta, la paciencia y nutrir la conexión de otras maneras. Esta etapa pasará, y tu relación puede salir incluso más fuerte al otro lado.
