
¿Qué Causa el Dolor Rectal Durante el Embarazo?
La razón es bastante simple: el útero se expande, el bebé sigue creciendo, la placenta pesa alrededor de medio kilo más, y el líquido amniótico aumenta constantemente. Antes de que te des cuenta, hay entre 5 y 10 kilos adicionales de fuerza o presión descendente sobre los vasos sanguíneos del recto, la pelvis y las piernas.
Estreñimiento y Presión
La presión constante y el estreñimiento son comunes durante todo el embarazo, incluso en las primeras etapas, lo que provoca que los vasos sanguíneos en las paredes rectales se inflamen, causando palpitaciones, picazón y dolor rectal.
Antes de que te des cuenta, la pared del recto se empuja hacia afuera formando una pequeña bolsa llamada hemorroide.
Pueden sangrar después de las evacuaciones o incluso entre ellas.
No son graves, pero sí muy dolorosas.
Dolor Rectal Punzante y Agudo Durante el Embarazo
Si notas dolor rectal punzante o agudo, puede significar que se ha formado un coágulo de sangre en la bolsa hemorroidal.
Los coágulos de sangre pueden requerir ser retirados mediante una pequeña incisión, lo cual definitivamente no es agradable.
No podrás sentarte durante largos periodos después de extraer el coágulo, a menos que lo hagas sobre una bolsa de hielo suave y flexible.
Existe un cojín llamado “donut” que parece un pequeño salvavidas inflado y tiene una abertura en el centro para evitar presión adicional sobre la hemorroide dañada al sentarse.
Contenido Relacionado: Evacuaciones Voluminosas en el Embarazo
Prevención del Dolor en el Recto y el Ano
La mejor manera de prevenir el dolor rectal y las hemorroides es mantenerse muy bien hidratada, ya que las necesidades de agua durante el embarazo aumentan más del 50% debido al incremento del volumen sanguíneo.
Eso significa que debes beber el doble durante el embarazo.
Otra conducta clave es aumentar la ingesta de fibra, lo que mantiene el tránsito intestinal y previene el estreñimiento.
Si tu vitamina prenatal contiene hierro, podrías considerar añadir un ablandador de heces, ya que el hierro endurece las heces. Consulta con tu médico para elegir la mejor opción.
Estar mucho tiempo de pie, sentada o hacer esfuerzo en el baño son razones adicionales para el aumento de presión y dolor rectal.
Una de las mejores formas de detener o prevenir el estreñimiento es con actividad física, como una caminata rápida. Mantente activa durante el embarazo (a menos que tu médico indique reposo) porque eso fortalecerá tus músculos abdominales o core, esenciales para el trabajo de parto y el parto.
Querrás tener abdominales fuertes cuando llegue el momento de empujar a tu bola de alegría.
Cuanto más tiempo tardes en expulsar al bebé, más se hincharán las hemorroides, y pueden tardar semanas o incluso meses en reducirse.
No es raro que la etapa de pujo dure entre 2 y 3 horas si eres madre primeriza.
Más Tipos de Dolor en el Recto, la Ingle y la Parte Baja de la Espalda
Además del dolor y la presión rectal, el dolor lumbar y el dolor del ligamento redondo aumentan el malestar durante el embarazo.
El dolor del ligamento redondo es dolor en la ingle y el abdomen que suele comenzar alrededor de la semana 20 y se debe a un movimiento brusco, como girar o levantarse de una silla.
El dolor de espalda puede deberse a la tensión en la zona lumbar a medida que el útero y el bebé sobresalen hacia adelante, hacia afuera y hacia atrás.
O bien, el dolor de espalda puede deberse a la presión en el recto y el coxis.
Las hormonas del embarazo hacen que las articulaciones estén más laxas, lo que puede predisponer a una extensión excesiva que inflama los nervios de las vértebras (columna) y la articulación de la cadera, causando dolor.
Y una última fuente de dolor de trasero es una condición conocida como ciática, que se debe a la hinchazón y estiramiento del nervio más grande del cuerpo, llamado nervio ciático, que suministra todos los nervios a las piernas.
La presión adicional sobre este nervio, cerca de una abertura en la pelvis, provoca:
- Palpitaciones
- Ardor
- Dolor en el trasero
- Dolor en la parte posterior del muslo superior
Inclinarse hacia adelante o acurrucarse en posición fetal empeora este dolor.
Opciones de Tratamiento para el Dolor Rectal en el Embarazo
Prácticamente el único medicamento que puedes tomar para cualquier tipo de dolor durante el embarazo es el paracetamol por vía oral, lidocaína tópica y nitroglicerina tópica; estos dos últimos son Categoría C en el embarazo, por lo que necesitarás la aprobación de tu médico.
¿Desaparecerá el Dolor?
No te preocupes por todos estos cambios, porque el cuerpo tiene una increíble capacidad para sanar y volver a la normalidad después del parto.
Como sabes, la prevención es más fácil que lidiar con las consecuencias del estreñimiento.
Bebe, bebe, bebe y luego bebe un poco más.
Puede parecer contradictorio, pero la hinchazón se reduce, no aumenta, con una hidratación adecuada porque el contenido de sal se equilibra.
Eso evita que el líquido se acumule en los tejidos del recto, los glúteos y las piernas, lo que puede llevar a hemorroides, ciática y venas hinchadas o várices en las piernas, y eso es el dolor rectal durante el embarazo.
Reflexiones Finales y Consejos para Manejar el Dolor Rectal en el Embarazo
El dolor rectal durante el embarazo se atribuye principalmente a la expansión del útero y al crecimiento del bebé. A medida que el útero aumenta de tamaño, ejerce presión descendente sobre los vasos sanguíneos del recto, la pelvis y las piernas. Esta presión adicional, junto con situaciones comunes como el estreñimiento, puede provocar la inflamación de los vasos sanguíneos en las paredes rectales, resultando en palpitaciones, picazón y dolor rectal. Las hemorroides, la causa más común de dolor rectal durante el embarazo, ocurren cuando la pared rectal sobresale formando pequeñas bolsas.
- Hidratación: Mantenerse bien hidratada es fundamental durante el embarazo, ya que las necesidades de agua del cuerpo aumentan significativamente. Beber abundantes líquidos, como agua, ayuda a prevenir la retención de líquidos y la hinchazón, incluso en la zona rectal. Los tejidos bien hidratados son menos propensos a las hemorroides y otras fuentes de dolor rectal.
- Dieta Rica en Fibra: Aumentar la ingesta de fibra puede ayudar a regular el tránsito intestinal y prevenir el estreñimiento. Los alimentos ricos en fibra, como cereales integrales, frutas y verduras, aportan volumen a las heces y favorecen la regularidad. Si tu vitamina prenatal contiene hierro, que puede contribuir al estreñimiento, tu médico puede recomendarte añadir un ablandador de heces a tu rutina.
- Actividad Física: Realizar ejercicio regular y moderado, con la aprobación de tu profesional de salud, puede estimular la función intestinal y prevenir el estreñimiento. Actividades como caminar a paso ligero fortalecen los músculos abdominales, cruciales durante el trabajo de parto y el parto.
- Evitar Sentarse o Hacer Esfuerzo Prolongado: Permanecer sentada mucho tiempo y hacer esfuerzo en el baño puede aumentar la presión rectal y contribuir al dolor. Es recomendable hacer pausas si estás sentada mucho tiempo y evitar el esfuerzo durante las evacuaciones.
- Opciones para el Manejo del Dolor: El paracetamol, tomado por vía oral, se considera generalmente seguro para aliviar el dolor durante el embarazo. La lidocaína tópica y la nitroglicerina tópica también pueden usarse con la aprobación del médico. Estas opciones pueden ayudar a aliviar el malestar asociado al dolor rectal.
Curación y Recuperación
El cuerpo tiene una increíble capacidad para sanar y volver a la normalidad después del parto. Es importante recordar que las molestias experimentadas durante el embarazo suelen ser temporales. Al enfocarse en la prevención, como mantener una hidratación adecuada y una dieta rica en fibra, las futuras madres pueden aliviar el dolor rectal y favorecer los procesos naturales de curación del cuerpo.
El dolor rectal durante el embarazo es una ocurrencia común causada por la expansión del útero y otros factores como el estreñimiento. Al comprender las causas subyacentes e implementar medidas preventivas, como mantenerse hidratada, consumir una dieta rica en fibra y realizar actividad física regular, las futuras madres pueden manejar y aliviar el dolor rectal. Es importante consultar con un profesional de la salud para recibir asesoramiento personalizado y garantizar el uso seguro de cualquier medicamento u opción de tratamiento. Recuerda, las molestias experimentadas durante el embarazo son temporales y el cuerpo tiene una increíble capacidad para sanar y recuperarse después del parto.