
Ya sea tu primer, segundo, tercer o incluso octavo embarazo, probablemente tendrás una idea de cómo te gustaría que fueran el trabajo de parto y el nacimiento.
También es posible que ya tengas en mente qué tipos de intervenciones deseas o no deseas para ti y tu bebé.
La forma de comunicar tus deseos es a través de un documento llamado plan de parto.
¿Cuándo escribir un plan de parto?
Tu ginecólogo/a o matrona hablará contigo sobre tu plan de parto al inicio del tercer trimestre y te ayudará a prepararte para poner en práctica tus decisiones cuando llegue el gran día.
Es buena idea pensar en esto antes, considerando cualquier idea o petición específica que puedas tener para ese día.
Lleva una libreta contigo y anota tus ideas a medida que surjan, quizás al entrar en el segundo trimestre.
Una lista continua de ideas te ayudará a determinar con mayor facilidad qué es importante para ti y qué no lo es.
¿Un plan de parto es definitivo?
No. Un plan de parto es una guía escrita de lo que te gustaría que ocurriera durante el trabajo de parto y el nacimiento.
Es una declaración de tus intenciones y deseos.
Un plan de parto es una buena manera de organizar aspectos como qué quieres llevar contigo, dónde quieres dar a luz y quién quieres que te acompañe.
También puede incluir tus preferencias sobre el alivio del dolor o intervenciones.
La razón principal para escribir un plan de parto es que durante el trabajo de parto y el nacimiento es difícil (si no imposible) tomar decisiones claras e informadas.
Si has considerado todos los posibles escenarios de antemano y te has informado, sabrás lo que quieres y te será mucho más fácil comunicar esos deseos.
También puedes cambiar de opinión en cualquier momento durante el trabajo de parto y el nacimiento.
Si de repente decides que no puedes soportar más el dolor y quieres una epidural, no habrá problema.
¿Necesitas un plan de parto?
Un plan de parto también es una buena forma de organizarte y calmar cualquier ansiedad que puedas tener sobre el trabajo de parto y el nacimiento.
Al planificarlo tanto como puedas, puedes ganar una sensación de control y muchas mujeres encuentran que formular su plan de parto ayuda a calmar sus preocupaciones sobre el proceso.
Es totalmente natural sentirse preocupada o nerviosa por dar a luz; no serías humana si no tuvieras al menos un poco de miedo.
Pero el resultado final vale la pena.
Un plan de parto es una buena manera de asegurarte de darte la mayor oportunidad posible de tener la experiencia que deseas y de poder mirar atrás en los años venideros sin arrepentimientos.
Entonces, ¿qué tipo de cosas deberías considerar al formular tu plan de parto?
¿Cómo escribir un plan de parto?
La siguiente lista de verificación no es exhaustiva, pero cubre las principales decisiones que deberás tomar sobre tu trabajo de parto, nacimiento y bebé.
Puede que tengas una petición específica que otra mujer ni siquiera consideraría.
El único consejo es que pienses muy cuidadosamente en tu plan de parto y lo dejes por escrito para que tus matronas, el equipo de parto y tu ginecólogo/a puedan ver tus preferencias.
Infórmate sobre cada punto. Luego léelo varias veces para asegurarte de no haber olvidado nada.
Si lo has hecho, no te preocupes, siempre puedes añadirlo más adelante.
1. ¿Dónde quieres dar a luz?
¿Te gustaría un parto en casa? ¿Prefieres un centro de partos o un hospital como lugar de nacimiento? ¿Hay otro lugar que prefieras, tal vez la casa de un familiar?
Hay mucho que considerar si piensas en un parto en casa o en hospital, así que asegúrate de informarte y considerar los pros y contras de las distintas opciones.
2. ¿Quién estará contigo?
Dependiendo de dónde vivas, puede que solo se permita una persona más en la sala de partos contigo. En otros lugares permiten dos o incluso más. Asegúrate de preguntar antes del gran día.
¿A quién quieres allí?
¿Quieres que esté tu pareja? ¿Tu madre? ¿O prefieres a otra persona?
¿Quieres que se turnen para estar contigo?
Si vas a tener un parto en casa, ¿quieres que tus otros hijos estén en la casa en ese momento?
También puedes elegir quién NO estará contigo. A veces las madres y suegras desean desesperadamente estar en la sala de parto, pero si no quieres que estén allí, dilo.
Es muy importante que te sientas lo más segura, cómoda y relajada posible durante el trabajo de parto y el nacimiento.
Tener a alguien allí con quien no te sientas 100% cómoda no ayudará en absoluto.
3. ¿Qué vas a llevar puesto?
No se trata de moda, sino de lo que te hará sentir cómoda.
¿Te sientes bien usando una bata de hospital?
¿Quieres llevar tu propia ropa y usarla durante el trabajo de parto el mayor tiempo posible?
¿Te gustaría comprar una bata de parto propia?
Algunas mujeres prefieren dar a luz sin ropa (¡un gran aplauso para la opción desnuda!) y otras prefieren llevar ropa interior.
Lo importante es lo que te haga sentir cómoda.
4. ¿Qué objetos llevarás contigo?
¿Quieres llevar tu propia música para escuchar durante el trabajo de parto y relajarte?
¿Quieres llevar una cámara, tu teléfono o una videocámara?
Algunos hospitales pueden no estar de acuerdo con grabaciones en ciertos momentos, por ejemplo, si hay un problema médico, y pueden no querer que el personal aparezca en las imágenes.
Esto es algo que deberás consultar con la unidad de partos o el hospital para conocer su política.
¿Quieres llevar snacks y bebidas para darte energía? Comer y beber para mantener tus niveles de energía durante el trabajo de parto es importante y muchos hospitales finalmente están aceptando que es mejor para la madre.
¿Qué tal aceites esenciales, aceite de masaje o remedios homeopáticos?
5. ¿Cómo quieres dar a luz?
Esta es la gran pregunta. ¿Quieres un parto vaginal o prefieres una cesárea electiva? ¿Qué opinas sobre las cesáreas?
Algunos hospitales no ofrecen cesáreas electivas sin una razón médica, como ansiedad severa, traumas previos, etc.
Esto es algo que debes hablar con tu matrona o ginecólogo/a.
Si quieres una cesárea, ¿elegirías una cesárea humanizada?
5. Métodos de inducción
Puede que tu bebé no reciba el mensaje de salir a las 40 semanas y te ofrezcan una inducción.
Si el trabajo de parto no comienza cuando se espera, o se detiene a mitad de camino, debes pensar en las intervenciones y cómo te sientes respecto a las opciones que te ofrecerán, para no verte sorprendida en un momento importante.
¿Quieres un “despegue y barrido” para intentar iniciar el trabajo de parto?
¿Permitirías la rotura de membranas, es decir, romper la bolsa?
¿Quieres una inducción con goteo que contenga hormonas sintéticas para estimular el trabajo de parto y las contracciones?
¿Prefieres ser monitoreada y esperar a que el bebé llegue por sí solo?
Vale la pena informarse sobre por qué se realizan las inducciones, los métodos de inducción y cuánto pueden durar para estar completamente informada si llega el caso.
Si te ofrecen inducción con pitocina o sintocinón, aquí tienes 5 consideraciones importantes.
6. ¿Quieres alivio del dolor?
Recuerda, puedes cambiar de opinión en cualquier momento. ¿Cuáles son tus preferencias para el alivio del dolor?
¿Quieres intentar sin analgesia y tener un parto natural? ¿Qué tal una máquina TENS?
¿Quieres una epidural?
¿Quieres probar con óxido nitroso (gas y aire)?
Existen varias opciones de alivio del dolor, tanto naturales como médicas, que puedes investigar y considerar antes de tomar una decisión.
7. ¿Quieres estar móvil o en la cama?
Si optas por una epidural, tendrás que estar en la cama porque no tendrás control sobre tus piernas. Algunas otras opciones de alivio del dolor pueden hacerte sentir somnolienta y dificultar el movimiento.
De lo contrario, ¿quieres estar móvil y caminar por la habitación?
El movimiento ayuda a acelerar el trabajo de parto y mantener las contracciones fuertes.
8. ¿Quieres usar algún tipo de equipo?
¿Quieres usar una piscina de partos? Si es así, deberás avisar a tu ginecólogo/a o matrona con antelación para comprobar la disponibilidad.
¿Quieres usar un puff o una pelota de parto? Son cosas a considerar.
9. ¿Qué posiciones de parto prefieres?
Investiga sobre posiciones de parto y encuentra las que prefieras y te resulten cómodas. ¿Quieres estar en la cama con las piernas levantadas? ¿Prefieres estar en cuatro patas?
10. ¿Quieres ser monitoreada?
Dependiendo del tipo de parto que tengas, puede que puedas elegir entre monitoreo continuo o intermitente.
Dicho esto, si tu bebé muestra signos de sufrimiento, puede que no tengas mucha opción y te recomienden el monitoreo continuo.
Piensa si quieres exámenes internos o no, o si aceptarías el mínimo necesario.
11. Tercera etapa dirigida o fisiológica
Esta decisión depende de cómo quieras expulsar la placenta. ¿Prefieres dejar que tu cuerpo la expulse de forma natural o quieres intervención para ayudar a expulsarla?
El procedimiento habitual en partos hospitalarios es administrar una inyección de pitocina (llamada sintocinón en el Reino Unido) en el muslo justo después de la expulsión de la placenta. Esto ayuda al útero a contraerse y reduce el sangrado.
12. ¿Qué hacer con la placenta?
La placenta es rica en nutrientes y algunas mujeres prefieren conservarla y consumirla. Esto puede hacerse de varias formas, y hoy en día suele convertirse en cápsulas.
Esto se llama encapsulación de placenta y normalmente lo realiza una doula. Si no quieres conservarla o no especificas qué hacer con tu placenta, se eliminará como residuo médico.
13. Peticiones específicas en el momento del nacimiento
¿Quieres que el momento del nacimiento sea grabado? ¿Tu pareja quiere verlo?
¿Quieres un espejo para ver salir la cabeza del bebé?
¿Quieres sacar al bebé tú misma, o que tu pareja lo reciba?
Cualquier petición específica para los primeros segundos de vida de tu bebé debe ser considerada.
14. Contacto piel con piel inmediato
La mayoría de las unidades de parto y hospitales tienen una política de contacto piel con piel inmediato, así que te entregarán a tu bebé antes de limpiarlo.
¿Cómo te sientes al respecto?
El contacto piel con piel inmediato se considera beneficioso para el vínculo madre-bebé, pero es tu decisión si prefieres que lo limpien primero.
15. Pinzamiento tardío del cordón
Algunas mujeres prefieren elegir el pinzamiento tardío del cordón. Durante el pinzamiento tardío, el cordón no se corta inmediatamente, sino cuando deja de latir o cuando se ha expulsado la placenta.
Esto se debe a que aproximadamente un tercio de la sangre del bebé está en la placenta y el cordón al nacer.
Al retrasar el pinzamiento, permites que toda esa sangre pase al bebé en lugar de desecharse.
Definitivamente vale la pena investigar los beneficios del pinzamiento tardío y decidir si lo quieres para tu bebé.
16. ¿Quieres que tu bebé reciba vitamina K?
Tu pediatra, ginecólogo/a o matrona te habrán informado sobre la inyección de vitamina K y deberás decidir si quieres que tu bebé la reciba.
Es una inyección que se administra a los recién nacidos para prevenir hemorragias cerebrales graves causadas por deficiencia de vitamina K y se recomienda, pero es tu elección.
Puedes optar por la vitamina K oral en lugar de la inyección o decidir no administrarla.
17. ¿Quieres pomada ocular para tu bebé?
En EE. UU. se administra rutinariamente una pomada antibiótica en los ojos de los recién nacidos para prevenir la conjuntivitis. ¿Quieres que se la administren a tu bebé o prefieres que no la reciba?
Esto es algo que debes incluir en tu plan. Puede ser obligatorio en algunos hospitales
18. ¿Quieres que tu bebé lleve gorro?
En algunos hospitales es habitual poner un gorro a los bebés tan pronto como los pesan y miden tras el nacimiento.
Si prefieres que no le pongan gorro a tu bebé, inclúyelo en tu plan de parto.
Es una intervención innecesaria y puede dificultar el vínculo al impedir la liberación de oxitocina.
19. ¿Cuánto tiempo quieres quedarte en el hospital?
Si tienes que quedarte en el hospital, ¿cuál es tu preferencia? En muchos lugares prefieren que te vayas a casa lo antes posible, a menudo a las 6 o 12 horas después del parto.
Si esto es posible porque tú y tu bebé están lo suficientemente sanos para irse, deberías mencionarlo en tu plan.
Quizás te sentirías más tranquila quedándote una noche; aunque no se puede garantizar, puedes solicitarlo. Por supuesto, cuánto tiempo te quedes en el hospital dependerá realmente de tu salud y la de tu bebé.
Y ahí lo tienes. Algunas decisiones grandes y otras no tanto que tomar sobre tu trabajo de parto, tu nacimiento y tu bebé.
Estas son diecinueve cosas que debes considerar al elaborar tu plan de parto, además de cualquier otra que sea personal para ti.
Si hay algo que te importa mucho, menciónalo.
Fuentes: