
Cada embarazo es diferente, pero para muchas mujeres un **aumento del apetito** es habitual en algún momento del embarazo. Después de todo, tu cuerpo necesita más calorías para que tu bebé crezca, así que es natural que tengas más hambre.
Esto es especialmente cierto cuando termina la etapa de las náuseas matutinas.
Como casi todo en el embarazo, probablemente está bien seguir las señales de tu cuerpo mientras no haya señales de alarma importantes.
Si empiezas a desear cosas muy extrañas, como arcilla, cenizas o tierra, hay motivo de preocupación. No tan extraño, pero aún así preocupante, es el antojo de hielo.
Estos antojos extraños se llaman **pica** y la mayoría de los expertos creen que indican una deficiencia de hierro. Evita ceder a estos antojos e informa a tu médico lo antes posible.
La pica no es una condición grave en sí misma, pero comer cosas que no son alimentos no es seguro ni para ti ni para el bebé.
También podrías querer prestar especial atención a la cantidad de azúcar que consumes. Desear grandes cantidades de dulces podría ser una señal temprana de **diabetes gestacional**.
Probablemente te harán una prueba para esta condición a principios del segundo trimestre de todos modos, pero si los antojos de azúcar son evidentes antes de eso, nuevamente, informa a tu médico.
Si te diagnostican diabetes gestacional, obviamente tendrás que reducir el consumo excesivo de azúcar.
Por último, hay un sinfín de consejos sobre qué alimentos son buenos o malos durante el embarazo. La mayoría de estos consejos se reducen a creencias populares, pero hay algunos alimentos que es mejor limitar, si no evitar por completo.
Grandes cantidades de cafeína y bebidas energéticas es mejor evitarlas, aunque una taza ocasional de café probablemente no cause daño. Los productos lácteos no pasteurizados de cualquier tipo y la carne cruda, por supuesto, están prohibidos.
El pescado con niveles de mercurio superiores a la media (tiburón, pez espada, ciertos tipos de caballa, etc.) debe evitarse.
Fuera de eso, el mejor consejo que recibí fue de una partera. Ella dijo: “No comas nada que no le darías a tu hijo de dos años”.
Así que, básicamente, está bien comer más de lo habitual mientras no haya señales de alarma importantes y no comas alimentos que puedan hacerte daño.
Si quieres las calorías extra, probablemente las necesitas. Pero sé sensata, o tendrás que trabajar bastante para perder el peso extra del embarazo después de que nazca el bebé.
Si estás “picando” constantemente, trata de tener a mano verduras frescas y frutas bajas en azúcar. Las palomitas de maíz hechas al aire (con poca sal) también son excelentes para comer entre horas.
Si el hambre constante es tan fuerte que te distrae, intenta comer menos en cada comida pero haz comidas más frecuentes.
Parece completamente contraintuitivo, pero ayudará a regular los niveles de azúcar en sangre.
En una persona sana, esto debería estabilizar el hambre en pocos días.
Por último, asegúrate de estar bien hidratada. A veces la sed se disfraza de hambre y, si no es así, el agua extra ayudará a calmar los ruidos del estómago vacío.
¿Estás embarazada y no puedes dejar de comer? Cuéntanos en los comentarios qué estás picando.